La arrogancia del gobierno español y su rey
La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no invitó al rey Felipe VI a su toma de posesión el 1 de octubre porque el monarca español no respondió la carta enviada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en 2019 para que España pidiera perdón a los pueblos originarios por las masacres, abusos y saqueos cometidos desde la conquista en América.
Ante este hecho, el gobierno español calificó como “inaceptable” la decisión de no invitar al monarca y determinó no enviar a algún representante al cambio de poderes en México.
El asunto es mucho más profundo que la invitación a un evento histórico para México, porque es la primera mujer que gobernará nuestro país en un momento que se vive una auténtica revolución democrática y un cambio de conciencia en la sociedad mexicana.
Esta actitud del gobierno español y de su rancia monarquía deja en claro la prepotencia y desprecio que mandatarios europeos tienen sobre México y en general contra los latinoamericanos, pues, aunque han pasado más de 500 años desde aquella usurpación y masacre de la conquista, la mentalidad imperialista de conquistadores sigue presente contra los pueblos indígenas en toda América.
Es cuestión de revisar en la prensa española las reacciones virulentas de políticos, funcionarios y opinadores, como el caso del escritor de derecha Arturo Pérez-Reverte, quien se atrevió a calificar al Presidente López Obrador y a Cláudia Sheinbaum de oportunistas, demagogos y sinvergüenzas por pedir una renovación histórica en beneficio de ambos países.
La misiva oficial que envió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al rey español era una oportunidad para que España y México coordinaran una ceremonia en la que se reconocieran los brutales abusos cometidos en la conquista y que ambas naciones condenaran los atropellos en contra de los pueblos originarios durante y después de la conquista, y mandar un mensaje al mundo para que no se vuelva a repetir algo parecido.
La falta de respuesta a dicha carta oficial que envió formalmente el gobierno mexicano y la maliciosa filtración de la misma a medios de comunicación demuestra el poco interés de la rancia monarquía española que se niega a reconocer lo que se hizo contra los pueblos indígenas, a diferencia de otros países europeos que han ofrecido disculpas por hechos históricos del pasado.
Desde el Vaticano, el Papa Francisco sí pidió perdón por los crímenes cometidos por la Iglesia católica durante la conquista de América. En Países Bajos, el gobierno de Mark Rutte hizo lo propio por su papel histórico en la esclavitud y los 250 años que el Estado permitió y se benefició del trafico de esclavos. En Alemania el presidente Frank-Walter Steinmeier pidió perdón por los crímenes del nazismo en el aniversario 80 del levantamiento en Varsovia.
Reconocer estos abusos históricos muestra un cambio de mentalidad en organizaciones antiguas como las monarquias que aún se mantienen de pie cometiendo abusos en algunos países europeos a pesar del aumento del descontento social ante estas figuras medievales.
La postura arrogante del gobierno y la corona española demuestra una vez más que la mentalidad imperialista no les permite reconocer que los conquistadores españoles cometieron crímenes que deben ser juzgados por una verdad histórica necesaria con la que dos naciones deben renovar sus relaciones desde una postura de dignidad, igualdad y respeto mutuo.
source https://www.razon.com.mx/opinion/columnas/hector-badillo-2/arrogancia-gobierno-espanol-rey-595290
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