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Qué se esconde tras la cooperación militar entre Rusia y China

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A raíz de la crisis ucraniana, Rusia está profundizando su unión estratégica con China. Su componente más importante es el fortalecimiento de la cooperación técnico-militar, según el último informe del Centro Carnegie de Moscú.

Después de entrar en vigor las sanciones de EEUU y la UE, Moscú y Pekín concluyeron las negociaciones para el suministro de sistema antiaéreos rusos S-400. En otoño de 2015, se firmó un acuerdo para la entrega de 24 aviones Su-35S de generación 4 ++. El costo de la venta de los Su-35 se estima en unos 2.000 millones de dólares y la de los S-400 en alrededor de 1.900 millones. El primer lote de cuatro Su-35 fue entregado a Pekín a finales de 2016. El comienzo de las entregas del S-400 está previsto para finales de 2017.

Otra importante área de cooperación técnico-militar bilateral es la construcción de motores de avión. Moscú se comprometió a suministrar a Pekín motores D-30 y AL-31F por valor de 1.000 millones de dólares.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin con su homólogo chino, Xi Jinping
© REUTERS/ SERGEI ILNITSKY
Rusia y China, más unidos que nunca

Según el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, en 2016, el volumen de bienes y servicios militares vendidos a China superó los 3.000 millones de dólares y la cartera total de pedidos chinos es de aproximadamente unos 8.000 millones de dólares.Los autores del informe, Alexándr Gabúev y Vasili Kashin, creen que la parte restante de estos 8.000 millones de dólares puede corresponder a las ventas de misiles antibuque, el suministro de repuestos, materiales y equipos y numerosos trabajos de investigación y desarrollo.

“Hoy en día, la cooperación constituye, en primer lugar, no una pequeña cantidad de grandes contratos para el suministro de armas, sino decenas o cientos de pequeños acuerdos, apenas identificados por los medios”, subrayan Gabúev y Kashin.

El peso de las ventas a China ascendió hasta, aproximadamente, el 20% de los ingresos rusos en cuanto a las exportaciones de armas en 2016.

El nuevo avión de pasajeros ruso MC-21
© SPUTNIK/ MARINA LYSZEVA
El avance de las máquinas: así progresan los motores rusos

Rusia, a su vez, está interesada en el suministro de motores diésel chinos para sus buques patrulleros de la Guardia Fronteriza. Además, se vienen manteniendo negociaciones para la compra de tecnologías chinas para la creación de una base de componentes electrónicos de uso espacial a cambio de tecnologías de producción rusas para el cohete RD-180.A pesar de los escasos nuevos contratos, los expertos del Centro Carnegie de Moscú instan a no subestimar su importancia para China: los S-400 y los Su-35 mejorarán significativamente en el futuro la capacidad de combate del Ejército Popular de China en el Pacífico, donde Pekín necesita demostrar cada vez más su potencial de disuasión ante EEUU y sus aliados y donde existe el riesgo de que se produzca una confrontación militar limitada.

Tian Kun Hao, la nueva embarcación draga de China para construir islas

© AFP 2017/ STR

“En particular, gracias al alcance de los S-400, el Ejército Popular de China podrá controlar el espacio aéreo de Taiwán desde posiciones seguras en Fujian. Lo mismo pasará con las islas Senkaku: el Ejército chino podrá alcanzar su espacio aéreo con la ayuda de los S-400 desde la provincia de Shandong. Después de haber colocado los S-400 en islas artificiales en el mar Meridional de China y de expandir las capacidades de su aviación mediante el uso de los Su-35, Pekín se aproximará a su objetivo de establecer una zona de identificación de defensa aérea en su área de disputa territorial”, concluyen Gabúev y Kashin.

A raíz de la crisis ucraniana, Rusia está profundizando su unión estratégica con China. Su componente más importante es el fortalecimiento de la cooperación técnico-militar, según el último informe del Centro Carnegie de Moscú.

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