Ortega libera al obispo opositor Rolando Álvarez sentenciado a 26 años de cárcel
Poco antes de cumplir un año de su arresto, el régimen de Daniel Ortega liberó al obispo Rolando Álvarez, quien fue sentenciado a 26 años de prisión por presuntamente menoscabar la soberanía nacional, principal cargo que usa Nicaragua para someter a sus críticos.
Tras una presunta negociación con el Vaticano, medios nicaragüenses aseguraron que el sacerdote ya no se encuentra en la cárcel La Modelo desde el pasado 3 de julio, cuando presuntamente fue trasladado a la capital del país desde el pasado 3 de julio, pero no se dieron a conocer las condiciones o acuerdo alcanzados entre el gobierno sandinista y la Iglesia Católica tanto en el país como en Roma.
Pero críticos del régimen adelantaron que el obispo Rolando Álvarez podría ser exiliado como cientos de políticos, activistas y clérigos como parte de la persecución de Ortega, a unos meses de negarse a ser enviado a Estados Unidos junto a más de 200 opositores a quienes el régimen los despojó de su nacionalidad.
“Extraoficialmente se ha mencionado, por parte de fuentes creíbles y bien informadas, que monseñor Rolando Álvarez podría ser enviado fuera de Nicaragua”, adelantó a través de su cuenta de Twitter Félix Maradiaga, el exaspirante presidencial que también fue exiliado tras más de un año en prisión.
Incluso, la activista de derechos humanos Blanca Jagger señaló que lo más probable es que sea enviado a Roma, con lo que se prevé que en los próximos días deje el país. Sin embargo, ni el gobierno ni la Arquidiócesis han dado información oficial sobre estas especulaciones.
La presunta excarcelación de quien fue sentenciado a más de dos décadas en prisión coincide con un plazo que impuso la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para ponerlo en libertad.
El organismo solicitó “la liberación inmediata” de Álvarez Lagos a más tardar el próximo 7 de julio al recordar que existían medidas cautelares en su favor.
Por ello, a través de un comunicado exhortó al régimen de Ortega a detener el proceso contra el obispo de Matagalpa al argumentar que éste era víctima de condiciones extremas y graves violaciones a sus derechos con daños irreparables luego de ser acorralado por Nicaragua, pues días antes de su sentencia se impuso un cerco al impedir que saliera de la Curia Episcopal, en medio de un fuerte operativo represor.
DAN
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